Podemos ser buenos o malos vecinos, todo depende si nuestro actuar ayuda o perjudica a quien vive al lado, arriba, abajo o al frente.
Recuperemos las costumbres de compartir con los vecinos, dulces, manjares y viandas.Foto:freepik.es/foto-gratis/mujer-ofreciendo-comida-al-vecino_27645467.htm
En la época decembrina como en otras temporadas no es raro que haya conflictos entre los vecinos, y una de las causas suele ser el ruido o música a alto volumen que genera malestar en el sistema nervioso, y aun puede dañar los oídos. La emisión de humo, por pólvora o cocinas callejeras, contamina el aire que lastima los ojos, irritar el aparato respiratorio y agravar las enfermedades cardiacas y respiratorias o pulmonares.
El humo perjudica la salud de humanos y animales.
Ahora es tiempo de asumir cambios y recordar que mis derechos van donde inician los del otro. Ocupar el espacio Público, fritangas y sancochos callejeros, equipos de sonido a estalla, gritos a horas de la madrugada, tirar basura a la calles, fumar encima del otro. Estos son actos que están señalados en el código de convivencia de la ciudad. Son algunos de los determinantes que afectan el disfrute en las ciudades.
Las mascotas, las aves y las especies menores agradecen el no estallido de pólvora. Recoger las basuras, separar, así sean festividades aporta al cuidado del entorno. Mejorar las relaciones vecinales es importante. En esta Navidad recupera tradiciones de compartir con tus vecinos, recuerda, es mejor un buen vecino cerca que un hermano lejos.