Jorge López Muriel, escritor, poeta y pintor. Está a la espera de un proceso literario al sur de Guayabal para compartir sus talentos.
Mientras nos sentábamos en la sala del apartamento en Guayabalia etapa 4
don Jorge López Muriel, me cuenta, entre otras cosas, como llegó a la unidad, ”yo venía caminando por la Av. Guayabal y vi un letrero que decía: ´si quiere vivir tranquilo, viva en Guayabalia´, y desde hace veinte años, vivó aquí”. Jubilado de la Registraduría Nacional, viajó por varios pueblos cumpliendo su función de tomar las fotos, las huellas dactilares y mecanografiar los datos de las personas que requerían un documento de identidad. Su afición nace joven cuando estuvo en el seminario, allí se topó con mucho libros.
Una vez jubilado aprovecha más para escribir sus relatos de recuerdos e inspiraciones sobre la vida y lo hace aun en una máquina de escribir. Le gusta pintar y tiene en un muro de la sala con su obra. Nacido en Amaga, pasó mucho tiempo en Titiribí donde conoció a su esposa, allí vivió más su pasión por escribir, lo que veía, sentía y miraba en sus caminatas. “Siempre la lectura estuvo en su vida, leer escritores como José Asunción Silva, Gabriela Mistral, Porfirio Barba Jacob, siempre me ha gustado leer y leo diario la biblia” y esta inspiración de ver, y sentir las letras fue lo que lo llevó a escribir su primer libro: “Los extraños Fantasmas del pasado”, el cual es una especie de homenaje a las casas donde vivió. El libro le da alegrías, al ser leído en a partes en una voz de narrador y actor en la emisora Radio Santa Bárbara.
“Cinco años dure escribiendo este libro lleno de mis vivencias y escritos a mi esposa”, afirma don Jorge con nostalgia, ahora amo de casa, vive con un hijo, los otros dos ya no viven con él y su hija le acompaña por ratos. “En esta urbanización no pasa nada. Yo quiero un grupo para charlas de autores, de historias, de libros” Don Jorge es un gran conversador, aun guarda sus cámaras fotografías y ese aire de tertulia que algún día disfrutó. Lee sus escritos en voz alta con todo sentimiento, hasta las lágrimas. Sigue en caminatas, ahora en Guayabal o hacia el municipio de Itagüí que está cerca, esperemos que estas produzcan más historias para el escritor de Guayabalia.
