Noviembre 14, 2022 Por: Luz A. Cardona G.

Carestía y ahorro la nueva tendencia.

Foto Luz A.

Los precios suben y las entidades financieras ofrecen altos porcentaje por ahorrar. ¿La pregunta es ¿si se puede?.

El aumento de los precios en comestibles, básicos, carne e insumos de otro tipo no se disimula. Cada día nos levantamos sin saber que nuevo producto amaneció más caro. Sin embargo, también las familias y la misma ciudad se van acomodando a estas nuevas maneras. El que puede aprovechar los jugosos intereses que ofrecen las entidades financieras, ahorra para que sus dinero no se devalúen, y quien no, compra lo que requiere aun rebuscando donde sea más favorable.

Que, por la devaluación del dólar, que, por la guerra, que china, que… lo cierto es que esta es la época en la que las amas de casa y los padres de familia se vuelven más creativos: Conservar, congelar, hacer huerta casera, así sea vertical, ahorrar, volver al refrito y el calentao. La ciudad ya ha hecho encuentros de roperos con prendas de segunda mano. Y las opciones de la nueva culinaria están surgiendo como una forma de aprovechar lo que hay.

Foto Luz A.

La verdad es que nos estábamos acostumbrando a los productos desechables, a las compras ligeras y al poco ahorro. Como dirían las abuelas para unos son las vacas gordas y para otros las flacas. Es tan fácil salir y encontrar comida cada dos paso que la mayoría de las personas no hace alacena y las despensas dejaron de construirse en las viviendas. ¿Será este el tiempo para pensar en volver a almacenar para más adelante? Hay quienes ya lo están haciendo y lo han practicado por tradición familiar. La Carestía y el ahorro tiene ciclos y quien tiene hábitos de ahorro no sufre en tiempos de carestía. El detalle es no ahorrar solo dinero, hacerlo al comprar ropa, al hacer despensa y especialmente en el ahorro de servicios públicos. Lo único que no podemos ahorrar es el afecto.